Fernando De Paul se sinceró y contó las verdaderas razones de su ausencia en el arco de Universidad de Chile durante el duelo ante Internacional en Porto Alegre por la Copa Libertadores.

Por esos días de febrero se habló de un cuadro gastrointestinal, fiebre y una descompensación aguda del meta, que había viajado a Brasil sobre la hora en medio de dudas. Hubo un detalle que De Paul se reservó por vergüenza.

“Ya lo dije, me da vergüenza hablar de eso. Me agarró todo: fiebre y un dolor de muelas terribles. Por eso no pude jugar”, dijo en primera instancia De Paul a LUN.

Agregó: “¿a vos te ha pasado? Jajaja. Lo que pasa es que sufro de hemorroides y sentía que me iban a molestar mucho, por eso no lo quise contar. Sufro de esto y me tengo que cuidar con las comidas”.

Siguió complementando: “todo empezó ese día que ganamos a La Calera y fui a Quillota para el homenaje en el estadio. Ese día no comí nada. Pasé una noche pésima, no dormí del dolor, no se lo doy a nadie. Me sentía mal. En la U me mandaron a un especialista, me hicieron una cirugía y me dijeron que podía viajar tranquilo y jugar. Me embarqué al otro día a Brasil, pero en el viaje me agarró una fiebre y un dolor de muela. Yo tenía la esperanza de jugar, pero la fiebre nunca me bajó”.

Por otro lado contó detalles de su esfuerzo antes de convertirse en futbolista. El arquero de la U las hizo casi todas en su juventud en medio de dudas sobre la carrera deportiva.

“Dejé el colegio por ir a jugar a las inferiores de Colón y volví a casa porque extrañaba mucho. Y ahí tuve que trabajar. Mi viejo les decía a mis amigos que me iba a mandar a hacer cosas para no estar en la calle. Primero fui jardinero de un amigo que ahora tiene una empresa terrible. Después ayudé a instalar aire acondicionado, rotulaba y ponía calcomanías y también ayudé a otra persona que arreglaba televisores. Hasta que apareció San Luis”, sentenció.