Universidad de Chile sigue sacando cuentas alegres pese a lo difícil de todo lo que le tocó vivir este domingo. Los azules lograron darle vuelta el resultado a Curicó Unido y se impusieron por 1-2 en el estadio Bicentenario La Granja.

El cuadro de Esteban Valencia tuvo que remar luego de quedar debajo en el marcador y consiguió una trabajada remontada de la mano de Franco Lobos y Joaquín Larrivey. El goleador estiró su racha y llegó a ocho goles en lo que va de torneo.

Sufrido primer tiempo azul

Las cosas no estuvieron fáciles para la U, que desde el inicio apostó por Pablo Aránguiz como su enlace entre el mediocampo y el ataque. Pero el 22 no pudo aportar con lo suyo, ya que en solo 20 minutos tuvo que ser reemplazado luego de sufrir una fea lesión en su tobillo.

Con esto el juego de los azules se desarmó y se vio muy mal en la cancha. Esto lo aprovecharon los torteros, que se acercaban con peligro hasta que lograron pasar adelante en el marcador. Todo, al final de la primera mitad.

Cuando el partido entraba en los descuentos tras los 45 iniciales, Osvaldo González cometió una torpe falta ante Leandro Benegas dentro del área y le regaló el penal a Curicó Unido. Desde los 12 pasos fue Fernando Coniglio el que anotó el 1-0 con un remate ajustado para batir a Fernando de Paul.

 

Lobos, Larrivey y Contreras guían el triunfo

El gol al término del primer tiempo dolió y mucho en los azules, que en el complemento salieron con todo. Fruto de ello fue el gran segundo tiempo que hicieron su delanteros, que rápidamente emparejaron las cosas.

Primero fue en la cabeza de Franco Lobos, quien en el 49’ aprovechó un tiro de esquina de Espinoza y se elevó más que todos para poner un frentazo que decretó el 1-1 de la ilusión. El gol dejó aturdidos a los torteros, que se equivocaron en un momento clave, regalando la pelota en la salida y dejando servido el arco a Joaquín Larrivey, que en el 55’ no perdonó, le cambió el palo a Perafán y sentenció el 1-2 de la tranquilidad.

 

Pero como ha sido la tónica, en los estudiantiles tenía que haber un problema y llegó de la forma más insólita. Una falta de Benegas significó la tarjeta roja por parte del juez, pero tras aviso del VAR, terminó siendo una amarilla. Esto molestó a Fernando de Paul, que se fue de cabeza a reclamar al cuarto árbitro. Ahí, su tono fue subiendo cada vez más y no se lo aguantaron, viendo la expulsión y dejando a su equipo con 10.

Así el partido fue llegando a su final, con los torteros presionando y metiendo miedo. No obstante, sus esfuerzos no tendrían premio. Universidad de Chile suma un triunfo más que importante y se mete en la parte alta de la tabla de posiciones, dejando a Curicó Unido todavía más complicado en el fondo y rogando por un milagro para escapar.