Corría la segunda quincena de abril de 2018 y la Universidad de Chile de Guillermo Hoyos comenzaba un tortuoso camino de crisis. Los azules venían de igualar sin goles contra Cruzeiro y antes había caído ante Colo Colo en el superclásico.

 

Y llegó el partido contra La Calera por el Torneo Nacional. Resultado final: 6-1 para los cementeros ante el Chuncho y el panameño Armando Cooper jugó los 90 minutos, uno de los pocos duelos en los que vio acción.

“Mentalmente nos metimos que la cancha era sintética e iba a ser un partido difícil. Si hubiésemos pensado positivo quizás habría sido diferente. Nosotros comenzamos dominando ese partido con Calera metida atrás. De ahí vino el primer gol y las cosas no se fueron dando”, dijo Cooper a RedGol.

Agregó que “cuando se termina el partido regreso a mi casa en el auto con Jean Beausejour y Gonzalo Jara camino a Santiago me felicitaron, Me dijeron: eres tremendo jugador, pero lastimosamente el equipo que se armó, veníamos muchos sin jugar, sin ritmo”.

Siguió complementando: “puede que eso pase factura también, pero no es una excusa. Y yo con muchos compañeros no nos conocíamos en cancha. Pero creía que desde ahí iba a comenzar a jugar un poco más, por las palabras de motivación de Jara y Beause. Su trayectoria…  te dejan con esa sensación de tranquilidad”.

 

 

Tras la goleada al Chuncho se le venía Cruzeiro nuevamente por la Copa Libertadores y el destino no fue mejor con un contundente 7-0 para los locales en Brasil y Hoyos despedido.

“Contra La Calera el resultado fue lo peor y lo mejor fue que recibí buenas palabras por mi actuación: lo único positivo de la U había sido Cooper”, expuso el centroamericano.

Sentencia que “llega el partido de la Copa Libertadores y cuando veo los cambios, quedaba uno. Pensé que si me metían iba con todo de nuevo, pero no entre… después se fue Hoyos y fue más difícil. En cinco días tuvimos dos resultados que ningún jugador quiere”.