El panameño Armando Cooper llegó a Universidad de Chile a principios del 2018 desde el Toronto de Canadá con Guillermo Hoyos en la banca. No jugó mucho en medio de la crisis azul y con la llegada de Frank Darío Kudelka menos, hasta que partió.

 

“El primero en hablarme en la U fue Yeferson Soteldo. Como había jugado con Gabriel Torres en Venezuela, de seguro le dijo: este va para allá, trátalo bien. (Mauricio) Pinilla y Johnny (Herrera) también me recibieron muy bien. Todos en verdad. Dentro del vestuario no tengo ninguna queja de ellos”, contó Cooper a RedGol en conversación por Live de Instagram.

Respecto al quiebre entre Soteldo y los hinchas de la U sostuvo que “cada quien tendrá sus razones o forma de actuar. No puedo opinar por su reacción o el motivo por el que la gente de la U arremetiera contra él. Yo de todos los lugares, de ninguno he salido de mala forma. Quizás donde más me dijeron que, entre comillas, no servía, fue en la U. Fue donde más recibí palabras en contra, pero muchos otros me dijeron que quedaron con ganas de verme más”.

Y con Kudelka su relación fue más que distante. De hecho reveló que tuvo un tenso diálogo con el ex DT de azules, poco antes de dejar el Chuncho a fines de agosto del 2018 tras haber participado del Mundial de Rusia con su selección.

“(Kudelka) me dijo: hola que tal, vimos algunos partidos tuyos en el Mundial y esperemos que te tomes un descanso y después te incorporas al grupo. Después muy pocas veces se dirigió a mí”, contó.

 

Siguió complementando: “sabía que no iba a jugar mucho. A él no lo veía con feeling hacia mí. Ahí uno decae. Y tuvimos un encontrón de palabra por declaraciones de mi agente. En ese momento pensé me voy”.

¿Cómo fue la cosa? “Mi agente declaró que yo no estaba contento. Como todo futbolista que no está jugando, y llegando de un Mundial mucho más…  y quizás él me dijo que me vio, pero nunca se dio el tiempo”.

Sentenció que “me dijo: la próxima vez dime las cosas a la cara y no me mandes recaditos. ¿Cómo, cuándo le mandé recaditos?, le contesté. Me calenté y seguí entrenando hasta que se me acabara el contrato o encontrar otro equipo”.