La mañana de este lunes, el matinal "Contigo en la Mañana" revelaron los detalles de la querella que Hernán Calderón padre en contra de su hijo Nano Calderón.

 

 

Se trata de una acción legal que se presentó la noche de este domingo, por los delitos de parricidio frustrado, amenazas, daños y otros, y donde consta el relato específico que describió la víctima sobre el suceso.

Julio César Rodríguez leyó al aire parte del documento, relato donde se estableció que "el día 11 de agosto de 2020, siendo las 16:00 horas, mi hijo Hernán Calderón Argandoña concurrió hasta mi domicilio (...) Las Condes y tras engañar a la asesora del hogar, doña Laura, sosteniendo que venía a retirar parte de sus pertenencias intentó ingresar al departamento".

"Doña Laura trató de detenerlo gritándole asustada 'no Hernancito, usted no puede entrar al departamento'. A lo que el querellado respondió 'me importa un p***. Vengo a hablar con mi papá'. Ingresando por la fuerza al domicilio. Él (Nano) ya no vivía en este desde el 5 de junio", continúa el documento.

Luego, la acción legal expone que "en ese momento, ante el ruido que se producía y sabiendo que se trataba de mi hijo, quien me había agredido reiteradamente en el pasado, como relataré más adelante. Me acerqué al hall de entrada y le dije 'Hernán basta. Está la Paty', refiriéndome a mi pareja, para que intentara guardar compostura. Ante lo cual me dice 'mejor que esté. Contigo quería hablar', increpando a mi pareja, Doña Patricia, diciendo 'mira con el conch*** que estai...".

"En ese momento, y antes de que pudiera responderle, el imputado Hernán Calderón Argandoña se avalanza sobre mí, con golpes de puños y de pies. Ante lo anterior, la señora Patricia, intentando frenar el ataque, se interpone entre los dos diciéndole a mi hijo Hernán 'cámate, cálmate'. En estas circunstancias, para sacarla de en medio, la empuja botándola al piso, golpeándose ella la cabeza en una mesa de arrimo".

"Yo no podía creer lo que veía, mientras intento ayudarle, mi hijo vuelve al ataque en mi contra, profiriéndome múltiples puñetazos, hasta que finalmente logra arrojarme al piso. En esas condiciones, doña Patricia, que se encontraba incorporada, se percata que el querellado Hernán Calderón Argandoña saca un cuchillo con hoja curva de su bolsillo derecho del pantalón, ante lo que empieza a gritar 'Hernán, sacó un cuchillo. Sacó un cuchillo'", Julio César se detuvo ahí, para tomar un respiro y evaluar si seguir leyendo.

Tras una pausa comercial, JC continuó leyendo, evidentemente afectado, para exponer que "en ese momento, mi hijo empuñando el cuchillo que había traido previamente y que guardaba en su pantalón, me ataca de frente intentando apuñalarme en el estómago, fallando sólo por mi reacción, dándome el ataque en mi antebrazo izquierdo, mientras me gritaba 'ahora sí que te voy a matar, maldito conch***, vai a ver... como ahora sí te mato'".

"Ante la agresión, me abalancé sobre él, tomándolo por la cintura para intentar sacarlo del domicilio, momento en que el victimario logra puñalarme nuevamente, esta vez ante la mano derecha. Ante lo cual doña Patricia le grita 'Hernán, para, para.Vas a matar a tu papá'. Mientras yo continuaba intentando sacarlo del departamento, llegando a la puerta de entrada, la cual se encontraba entreabierta, manteniéndose el forcejeo. Acto seguido, ambos caímos al piso, quedando los dos boca abajo, con los pies al interior del departamento y el torso en el pasillo del edificio".

El testimonio de Hernán Calderón padre, según la lectura de Rodríguez, indica que "el querellado al encontrarse con la mitad del cuerpo sobre mí, ser más alto y más pesado que el suscrito, además de más joven, como es lógico, procede a inmovilizar mi mano derecha con su mano izquierda y con su mano derecha, en la que continuaba sosteniendo el cuchillo, procede a apuñalar múltiples veces mi mano derecha gritando 'te voy a matar a matar conch****. De esa forma continuó intentando desgarrar la mayor cantidad de tejido de mi mano con el fin, asumo dado el movimiento y su acción, de amputarla".

"Durante todo el episodio yo pedí ayuda y que llamaran a Carabineros, ante lo cual la asesora del hogar llama al conserje, quien dio aviso a la policía para posteriormente gritar 'ya vienen los Carabineros'. Debido al alboroto, dos maestros que trabajaban reparando el departamento del frente salieron del domicilio y al ser testigos gritan 'qué está pasando aquí'", continúa.

Y luego "el victimario, viendo la presencia de tantas personas y percatándose de la pronta presencia de Carabineros huyó del lugar, llevándose el arma, dejando abandonada solo la funda, tomando el ascensor del edificio para huir".

Luego, Hernán Calderón padre revisó los registros de seguridad de su edificio, donde se percató del frío comportamiento de su hijo tras el incidente.

"Lo mas impactante para mi, es el hecho que se le aprecia cuando se retira, después de haberme apuñalado, yo esperaba ver a un hijo a lo menos afligido por la gravedad de los hechos, nada mas distante de la imagen que aparece, en la que él primero se mira a un espejo, luego posa mostrando las manchas de mi sangre sobre su ropa, procede a tomar una fotografía de si mismo con su trofeo, mi sangre en sus brazos, y luego parece enviar la fotografía a alguien, como si reportara su labor".

"Después de eso, ya con el espíritu en el suelo, seguí viendo las imágenes para descubrir que no huía de sus actos, si no como si bailara o festejara, se sube a su auto y se retira", puntualiza la demanda.