Si bien no estuvo presente como parte de los abogados querellantes, Kel Calderón si apareció en la audiencia de formalización de Nano Calderón por medio de un testimonio que leyó el fiscal Omar Mérida, en el que describe particularmente y de manera evidentemente negativa a su hermano.

 

Mientras citaba los relatos de los testigos de la parte querellante, Mérida reveló el contenido de la declaración que hizo Kel en días previos, para describir a su hermano, quien "comenzó en su etapa de adolescente a interesarse por la vida ‘Rápido y Furioso’. A tener admiración por ese tipo de vida".

"Comenzó a tener armas, manoplas, mariposas y municiones. Ingresó a un club de tiro. Comenzó a configurar una personalidad de gángster, mostrando dinero y siempre zafandose de problemas los problemas con la autoridad por la intervención de su padre", indicó.

Por otro lado, Kel sostuvo que Nano "tiene una fijación con Pablo Escobar y Chapo Guzmán. Su primera arma la tiene de los 12, 13 años, unas manoplas, cortaplumas mariposa. En el colegio se agarraba siempre mucho a combo. Salía con manoplas y decía que se moría de ganas por 'agarrarse a combos con 'otro hue**'".

Posteriormente, indicó que los hechos por los que se imputaron a Nano "mi padre me los escondió y minimizó los episodios".

Además, cuando "hablé con mi padre, él entre lágrimas me reconoce el episodio del arma y de cuando destrozó el departamento, y ahí me voy enterando de los detalles".

Kel entonces recopiló más detalles sobre los incidentes, tomó fotografías de las manchas de sangre que habían en el departamento de su padre y también recuperó el video en el que se ve cómo su hermano se toma una selfie con la sangre de la víctima en sus brazos y en su polera.