Bajo siete llaves se encuentra la última novedad de Reinaldo Rueda para el duelo con que la selección chilena se enfrentará esta noche a Uruguay en el cierre de la fase de grupos de la Copa América.

El técnico colombiano ensayó un esquema de 5-3-2, con los ingresos de Paulo Díaz, Gonzalo Jara, Óscar Opazo y Pedro Pablo Hernández, el mismo dibujo que utilizó en el desenlace del amistoso contra México en San Diego.

Las dudas están en los nombres y estarán marcadas las evaluaciones que se hicieron esta mañana. El cansancio acumulado y el riesgo de una suspensión son criterio para la elección.

 

En este sentido, Jara ingresará por Chapa Fuenzalida para convertirse en líbero detrás de Gary Medel y Guillermo Maripán. Mauricio Isla y Jean Beausejour han recibido tarjeta amarilla, por lo que Díaz y el Torta entrarán por uno de ellos.

La línea media también debe sumar una nueva torre, por lo que Pedro Pablo Hernández (1,83 mt) suma bonos para reemplazar a Arturo Vidal. Y en ataque se mantendrá Alexis Sánchez junto a Eduardo Vargas.

De esta manera, Rueda pretende reforzar su zona defensiva para explotar la velocidad de los carriles en el ataque. Un dibujo que puede estar desde la partida o asumirse durante el partido.

Pero es señal de que el DT de la Roja tiene al equipo preparado para cada eventualidad. Y que el empate y la victoria ante Uruguay tienen el mismo valor tras el objetivo de ganar el grupo y evitar a Colombia en cuartos.