Roberto Rojas reapareció públicamente con una polémica declaración que trae a nuestros días el escándalo que protagonizó en 1989, cuando se cortó una ceja y motivó el retiro de la selección chilena ante Brasil en las Eliminatorias Sudamericanas a Italia 1990.

El Cóndor se llevó una hoja de afeitar a la frente para fingir la herida que le habría dejado la esquirla de una bengala arrojada sobre el césped del estadio Maracaná en la derrota parcial de La Roja ante el equipo verdeamarelo.

Pero el tiempo no cura todas las heridas y el mismo Rojas Saavedra da pruebas. En conversación con el program Grítalo América, el ex arquero de Colo Colo y Sao Paulo reparte culpas sobre la acción que dejó a Chile fuera de dos mundiales consecutivos.

"Yo no le corté las alas a ninguna generación, a ninguno. Esos son errores compartidos, que son relacionados a una institución, al fútbol chileno, a un grupo de jugadores", sentenció el futbolista retirado de 63 años y que hoy está radicado en Brasil.

"Yo soy responsable por una acción individual, pero no soy responsable por la administración del fútbol chileno. No soy responsable por eso", aseguró el Cóndor en alusión al castigo que impidió reflejar el título de Colo Colo en la Copa Libertadores de 1991 a nivel de selección.

"Lo que pasó en esa época es que el fútbol chileno, los dirigentes del fútbol chileno, quisieron que yo 'pagara todo el pato' posible para eximirse de toda responsabilidad. Y lo hicieron, le entregaron mi cabeza ante los dirigentes de la FIFA", aseguró Rojas Saavedra.

En definitiva, Rojas fue suspendido a perpetuidad por la FIFA, pero además fueron castigados el técnico chileno, Orlando Aravena, y el capitán, Fernando Astengo. Chile perdió oficialmente ese partido y quedó fuera de Italia 90. Tampoco pudo jugar las eliminatorias siguientes.