Los jóvenes son una preocupación en el fútbol chileno, sobre todo en una época en que reinan las redes sociales y el deporte pasa a un segundo plano entre los profesionales de la actividad. Un síntoma que recoge Francisco Alarcón para hacer un crudo análisis.

El jugador de Santiago Wanderers abordó La Redgoleta de Redgol para asegurar que "vivimos en un mundo muy acelerado, donde las redes sociales y la información nos desvían del camino que es la realidad. Estamos viviendo en un mundo de fantasía", sentencia.

Con 30 años, el mediocampista caturro hace un balance. "Yo tampoco crecí con las redes sociales, con todo este tema de que juegan un partido y los cabros chicos ya son figuras, son cracks. Y se llenan la cabeza de ideas, de nubes".

"Hoy por hoy das la vuelta a la esquina y hay dos representantes. También te llenan de ideas y al final a mí lo que me llevó a jugar fue mi familia, que estuviera cerca. Y sé que no todos los futbolistas tienen eso en la casa", asume Alarcón.

"De repente les falta el papá o la mamá, o no tienen las mejores amistades donde viven y creo que el club tiene que hacer el trabajo social de poder contener al jugador, de darle las herramientas, de hacerlo pensar; porque las redes sociales son muy fuertes, pero no son más de lo que opina la gente en la calle y eso no debiera tener tanta importancia", reflexiona.

Maxi Falcón y el Instagram


Para Francisco Alarcón, las redes sociales le quitan atención a lo más importante. "Estamos viviendo en una sociedad medio de plástico, donde lo más importante es lo que se ve en Instagram y no el hecho de conversar con tu papá, con tu mamá, con tus amigos, con el técnico o con tus compañeros; si no que estar preocupado de lo que dice el hincha, de lo que dice el familiar que no tiene idea de fútbol. Y por ahí nos vamos deformando".

"Estamos más preocupados de comprar una zapatilla o un auto, que de mejorar tu control orientado o tu remate al arco, o de mejorar intelectualmente en los espacios libres. Todo eso es información, que te va llenando la cabeza y si uno no tiene una formación, un apoyo psicológico del club detrás, es muy fácil desviarse del camino, porque la distracción es muy alta", lamenta el ex seleccionado Sub 23.

Según el mediocampista, el poder de las redes sociales queda en evidencia en ejemplos como el del defensor de Colo Colo Maximiliano Falcón. "El mayor caso, sin querer faltarle el respeto a nadie, es el del central uruguayo que llegó a Colo Colo, Falcón, que no ha jugado una temporada en un equipo grande de Chile y en las redes sociales se da un boom, lo ponen en un pedestal", enfatiza.

"Antes tenías que jugar un año, dos temporadas o conseguir cosas para recién poder ser ídolo de un club, recién irte al extranjero. Y ahora de repente haces cuatro o cinco partidos buenos y estás sonando en México o en otro lado. Y eso nubla mucho a la formación, porque es mucha información y es algo que no existe, es fantasía", sentencia Alarcón.

"Si yo hoy dijera que cuando chico me quiso el Chelsea, no existe. Al final no jugué en el Chelsea, no estuve en el Chelsea. Lo único que tenemos es el presente y el presente dice que tienes que entrenar bien, esforzarte, demostrar todos los fines de semana que estás en buenas condiciones, que eres opción para el técnico de turno, y lo demás son excusas", subraya.

El rol de la prensa y los clubes
 

En la nube de información que les llega a los futbolistas jóvenes también se incluye su equipo. "Es muy importante que el club esté encima, y no solamente vender al jugador, o creer que porque vendiste uno te va a salir otro igual. No es así. Tiene que haber un trabajo social importante de fondo para que vuelvan a salir futbolistas de calidad", pide Francisco Alarcón.

Y advierte que "si no van a salir futbolistas con un torneo bueno y que después desaparecen. La prensa también hace lo suyo. Por ejemplo con Carlos Palacios de Unión española, juega muy bien, es un jugadorazo, y el otro día en televisión le decían 'la joya, la joya' y no sé qué queremos lograr con eso", se interroga.

"El jugador es bueno, ojalá se vaya a Boca Juniors. Pero muchas veces terminamos deformando a los jugadores cuando hay que demostrar. No sé si a Matías Fernández le dijeron 'la joya' para llegar a ser el Mejor de América. Tuvo que demostrar", destaca el hombre de Wanderers.

Pero aún queda patria. "Hay futbolistas que sí quieren escuchar, otros no. Hoy me toca a mí haber hecho dupla con Dani González, que es un gran proyecto para el fútbol chileno, que ojalá llegue lejos. Dani siempre quiere escuchar, pide consejos, quiere mejorar y eso habla bien de él", explica Alarcón.

"Y le digo lo mismo a él. Que si suena aquí o suena allá, solamente existe el presente. Que pueden decir muchas cosas, pero Dios no quiera, Dani se lesiona en el próximo partido y después no lo pudieron vender. Y en diez años más va a decir que lo quería el Bayern Múnich. Te quiso, pero no estuviste. Y eso hay que hablarlo todos los días, agarrar a alguno. Y por eso creo que los mayores tenemos mucha responsabilidad ahí, llevar a los grupos adelante, conversar con los más chicos", completa.